Por Juan Antonio García
Hay muchos mitos sobre las artes marciales, y el Karate no es una excepción. A veces la información que tenemos es limitada, sesgada o directamente incorrecta. La distancia y el tiempo han hecho de barrera y han difuminado la realidad, mezclándola con creencias que no tienen auténtica base. Y esto hace que aceptemos por ciertas cuestiones que no lo son, y viceversa.
Por ejemplo, ¿dirías que el Karate es japones? Si has respondido que sí, sin dudarlo siquiera… tal vez deberías planteártelo de nuevo. El Karate es okinawense, y la incorporación de las Ryu Kyu a Japón es relativamente reciente.
Por otro lado, sí está claro que el Karate es para defenderse ¿o no? Hay muchos sistemas que se crearon con la finalidad de ponerlos en práctica en la guerra, y cuyo objetivo era atacar y matar, y no la autodefensa. ¿Es el Karate uno de estos sistemas y toda la filosofía que tiene asociada actualmente se incorporó después?
Y si te digo que el karategui y el cinturón no son el uniforme tradicional del Karate… O que el significado de “mano vacía” no es correcto ¿me creerías? Pues ambas cosas son un invento de mediados del siglo XX, como parte de una especie de “campaña de marketing” para que un arte marcial “extranjero” fuese aceptado por los nipones.
Solo falta que no fuesen campesinos y pescadores los que desarrollaron el karate, sino los nobles, y que los maestros tuvieran un manual de consulta. ¡Como si en el siglo XVIII en el Japón feudal se hubiesen escrito libros de Karate! ¡Qué ridículo!. Y sin embargo…
Sobre todas estas cuestiones, te planteamosen este artículo 6 afirmaciones: tres verdaderas y tres falsas. ¿Sabrás distinguirlas?
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