Shorei-kan. La herencia del maestro Seikichi Toguchi

Entrevista a sensei Willy y Marion Fruchout

Por Jordi Sala

El Budoka 2.0

Alumnos del maestro Suekichi Naito, el asistente personal del maestro Seikichi Toguchi (fundador del método Shorei-kan), Willy y Marion Fruchout ostentan el 8º dan, Kyoshi, de esta escuela que conserva unos pilares puramente okinawenses.

A lo largo de la entrevista nos explican qué es Shorei-kan, de dónde viene el método, además de contarnos su relación con su maestro directo, Naito sensei y su relación como alumnos también de Toguchi sensei.
Su pasión y entrega por el Karate tradicional queda patente en la entrevista, dejando además una profunda huella en todos los alumnos que asistieron al curso celebrado en Barcelona los pasados 19 y 20 de octubre con la organización de su representante en la Ciudad Condal, Alexis Alcón, 4º dan y representante de Shorei-kan en España.

En primer lugar, agradecer a los sensei Willy y Marion Fruchout sus amabilidad concediéndonos esta entrevista. Agradecemos igualmente la intermediación y ayuda que nos ha prestado el maestro Alexis Alcón.
Tras haber presenciado el seminario, ciertamente fue muy interesante, muy completo y muy aleccionador. Todos y cada uno de los más de 80 participantes quedaron gratamente impresionados.

Sensei Fruchout, ¿desde cuando practica usted artes marciales?
Empecé a practicar Karate en el año 1966 y Marion en 1970.

¿Qué estilos ha practicado usted?
De 1966 a 1974, Karate Shotokan, con el maestro Kase, entrené en el Hombu Dojo de forma regular.
[Marion, sin embargo, apostilla que ella no aprendió bajo la instrucción del maestro Kase].
En 1974 coincidí con el maestro Toguchi y con el maestro Naito… Descubrí el Shorei-kan. Estaba ‘floreciendo’ el Karate Shorei-kan en Europa, lo que supone un hito histórico.
Y todo comenzó con un stage de once días en Montluçon que impartió el sensei Toguchi y su asistente, el sensei Naito.
Posteriormente, sensei Naito estuvo durante tres semanas en nuestro dojo, en Périgueux (Aquitania, suroeste de Francia) enseñándonos de forma personal. Más tarde coincidimos en Burdeos con el maestro Toguchi e hicimos una gran demostración en un Centro Cultural muy próximo a esta ciudad.
[El maestro Alexis Alcón, que realiza la traducción simultánea de la entrevista, añade que todos estos hechos acaecidos en 1974, representan el inicio de todo lo que es hoy Shorei-kan en Europa].
Cinco meses después, en ese mismo año, estuvimos en Tokio, formándonos en el Dojo de Sensei Naito, en Sumida, entre 1974 y 1981, durante dos meses y medio más.
Después, de forma regular, desde 1974 y aproximadamente cada dos años hemos ido acudiendo a Tokyo para continuar nuestra formación, en periodos de dos y tres meses siendo formados directamente por el maestro Toguchi. Durante el día entrenábamos y, por la noche, ya en el hotel, repasábamos todo lo aprendido. Y así fue, durante 20 años…
A partir de 1983 hasta 1989, en Nakano ku, en el Hombu Dojo, bajo la dirección directa del maestro Toguchi. En 1984 el maestro nos da a mi y a Marion la responsabilidad del método Shorei-kan para Francia.
Una vez dicho esto, queremos dejar claro que a pesar de haber sido adiestrados directamente por el maestro Toguchi, de haber convivido en Francia y en Japón con este gran maestro, no nos consideramos sus alumnos directos; somos alumnos directos de Naito sensei desde 1974.
Por cierto, el año que viene celebramos el 40 aniversario de este acontecimiento y ya estamos preparando una gran celebración.

Cuando usted se refiere a su estilo ¿lo denomina Karate o Karate-do?
Bueno… Es una buena pregunta. Para mi, Karate es Karate-jitsu. Si el practicante trabaja el Karate de forma verdadera, completa, eso sí será Karate-do. De todas formas creo que el Karate de por sí ya lleva el “do” de forma intrínseca, pero hay que trabajar en profundidad para llegar a ese “do” y eso nos llevaría a hablar de Budismo Zen.
El Karate simbolizaba la “mano china”, después se relacionó o se cambió a la “mano vacía”… En determinados templos en Okinawa pueden verse unas figuras con una mano cerrada, formando un puño y con la otra extendida, abierta, representando algo como “si no tienes miedo (mano abierta), da (mano extendida)”.
En los últimos 300 años, en gran parte gracias al Budismo Zen, el carácter “jutsu”, ha desembocado en el “do” del que hablábamos, para mejorar la persona. El carácter japonés es más “guerrero”, podríamos decir. El Budismo Zen ha contribuido a este cambio tan importante. A esta evolución personal.
El Budismo Zen ha aportado al Japón “el arte de la Paz” y el Shintoísmo “el arte de la guerra”.
Volviendo a tu pregunta, si añades el “do” a la palabra Karate, estás subrayando, estás diciendo que añades todo este conocimiento más profundo al Karate.
El maestro Toguchi siempre decía en conversaciones que manteníamos de forma distendida, que nosotros pocas veces nos referimos al estilo como Karate-do, ni como Karate, sino como Karate Shorei-Kan, el espíritu de lo que practicamos quedó así identificado, nuestro espíritu es “dar”, “compartir” para darlo a conocer.
Creo que a día de hoy la mayor parte de Karate es Karate-deportivo… Son muy pocos estilos los que aún mantienen el espíritu del Karate tradicional, el que mantiene el “do” y honestamente creo que Shorei-kan es de los pocos que se mantienen así.
Mi intención no es polemizar con nadie ni menospreciar a nada ni a nada, pero creo que no se ha entendido del todo bien lo que es el Karate, Karate auténtico, tradicional. Mucha gente que practica Karate está segura de trabajar Karate-do, pero hacen un deporte… afirman que eleva su práctica el espíritu, pero el deporte tiene un valor muy distinto, respetable, pero distinto.
En mi aprendizaje del Karate prefiero una oposición positiva, no negativa; trabajar contigo, no contra ti.

Tengo entendido que el Karate que ustedes practican es puramente Okinawense, poco tiene que ver con lo que se practica en Japón, ¿no es así?
Sí, sí, estás en lo cierto. El Karate procede de Okinawa y aquí tenemos un problema cultural. Es bien sabido que desde tiempos inmemoriales se ha tenido a Okinawa y a sus habitantes como de segunda categoría, podríamos incluso hablar de racismo, cultural y étnico. Yo conocí el Karate en los años ’70 en el Japón… fíjate que cuando residíamos en Japón y debíamos renovar el visado para poder vivir allí cada sesenta días, debíamos explicar a la Policía, a la administración o en el mismo aeropuerto, que estábamos aprendiendo Karate, y eso despertaba cierta mofa, por que el Karate “no es japonés”… El Kendo, el Judo, el Aikido, eso sí era considerado puramente japonés, pero el Karate era visto como algo procedente del Sur, de Okinawa y por lo tanto de segunda categoría. Se reían de nosotros. Se burlaban. Incluso había un proverbio japonés que afirmaba “El Karate te vuelve pobre”, pues veían a los primeros maestros que llegaban de Okinawa con muy poco dinero y ataviados con ropa muy vieja (lo cual no encajaba con su idea de “maestro”).
El Karate fue integrado en el Butokukai a través del maestro Miyagi y a través del Kodokan con la intermediación del maestro Jigoro Kano. De hecho, algunos ejercicios de Daruma Taiso i técnicas “jitsu” que Kano Sensei no conocía, le fueron mostradas por el maestro Miyagi, el trabajo de pies, de rodillas, etc. y que Kano incorporó al Kodokan y que a día de hoy no se practican.
El maestro Miyagi era el representante del Karate, el representante de las provincias de Okinawa, en el Butokukai. Jigoro Kano fue a Okinawa en una ocasión y había visto algo de Karate y eligió al maestro Miyagi para representar este arte (el Okinawa Karate) en el continente, y a raíz de esta visita Miyagi sensei mostró el Jumbi Undo (o Daruma Taiso) a Jigoro Kano. A partir de lo que aprendió, Kano sensei ideó el Ko-bo-jitsu, que no se enseña ya en el Kodokan, como he dicho antes, ni tampoco se enseña en el Judo europeo… De hecho hoy en día el Judo es un deporte, pero antiguamente el maestro Kano, a través de las enseñanzas del maestro Miyagi, introdujo estas técnicas para preparar y entrenar al cuerpo para poder practicar las técnicas correctamente.
Fue el propio Kodokan quien se dirigió a los estamentos políticos japoneses, al Butokukai, para reivindicar, para hacer saber de la existencia de este arte de Okinawa, para hacer saber que el maestro Miyagi había venido a mostrarlo y se le reconoció el título de Kyoshi, de hecho es el único maestro de Okinawa con esta titulación. Con lo que quiero decir que hubo influencias socio-culturales, influencia por parte del maestro Kano y también por que el maestro Miyagi formaba parte de la nobleza, además de ser una persona muy adinerada, lo que salvó de no ser tenido en cuenta a causa del racismo del que antes hablábamos.
Cabe añadir aquí que el maestro Toguchi tuvo mucho contacto con el hijo del maestro Miyagi, pues Miyagi sensei era amigo del padre de Toguchi sensei y por ello este maestro, Toguchi sensei, conoció de primera mano toda la historia de la introducción del Karate en el Japón.
Cabe decir que el maestro Miyagi era una persona con un carácter muy fuerte, muy estricto, extremadamente duro; además, sus ideas totalmente imperialistas, provocaron su descuerdo con el maestro Seiko Higa y con gran parte del grupo de Okinawa, de hecho ellos dos habían sido alumnos del maestro Kanryo Higashionna y ambos estaban autorizados a abrir su propio dojo.
En el año en que se constituyó la Asociación de Goju-ryu, en el año 1952 en Okinawa, Higa sensei le propuso a Miyagi sensei que como era él quien tenía todo el conocimiento, era él quien debía otorgar los grados a los alumnos, a lo que el maestro Miyagi interrumpió diciendo “¡No! Es el Emperador quien debe otorgar los grados.” Higa sensei, en total desacuerdo con estas ideas, cuando falleció Miyagi sensei otorgó el 8º dan al maestro Toguchi en 1953.

En ciertos movimientos de Shorei-Kan se aprecia una influencia claramente del Wushu Chino…
Si nos remontamos a épocas pretéritas, caracterizadas por sus turbulentos acontecimientos, Okinawa no pertenecía a Japón; eso sí, Japón llamaba a todos los jóvenes para ser alistados en el ejército y muchos huían a China a Fukien para eludir esa llamada a filas. El maestro Higashionna fue uno de ellos, también el maestro Uechi y muchos otros jóvenes, y fueron ellos los que trajeron de vuelta una gran influencia China a Okinawa. Hubo efectivamente un gran intercambio cultural, comercial, etc.
Sucede también que en el pueblo de Kobe (Okinawa), residían muchas familias chinas, comerciantes, diplomáticos, militares, etc., existiendo un tratado comercial con China lo cual favoreció dicho intercambio a todos los niveles, y fue allí donde comenzó a desarrollarse el arte marcial antiguo, muy primigenio, muy elemental y espartano, totalmente primario, prácticamente sin estructurar. Ahora bien, cuando el maestro Higashionna y otras personas coetáneas de él volvieron de China, trajeron consigo un arte marcial “vivo”, algo más estructurado, y “completo”. Y la genialidad del maestro Kanryo Higashionna (o Higaonna) hizo el resto. Debo añadir que todos los jóvenes que volvieron con él se habían quedado quince, veinte años en China con lo que habían alcanzado un altísimo nivel técnico fruto de un trabajo constante de aprendizaje… quizá incluso alguno alcanzara un nivel superior al del maestro Higashionna, pero ninguno con la genialidad de este maestro. Y lo que hizo fue de alguna forma ordenar y estructurar los conocimientos aprendidos en China. La metodología utilizada en la enseñanza, la forma de ser de un chino y de un okinawense poco o nada tenían que ver… los conocimientos que trajeron a Okinawa no estaban ordenados ni bien estructurados, como una metodología lógica y el maestro Higashionna lo hizo… (artículo entero en la revista).

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