La verdad es que varios acabarían este encabezado con un “es irrelevante”. Bajo mi criterio, integrar prácticas de combate en el entrenamiento de Wing Chun es muy atrayente e infaltante si deseamos que lo que nos encontramos llevando a la práctica sea eficiente.
Observemos varios de los argumentos que se dan en oposición a su práctica:
– El combate tipo desafío es irreal ya que en una circunstancia de defensa personal ésta se lleva a cabo de manera muy diferente a como lo realiza en un ring.
Aunque no niego que sea cierto que el desafío no es del todo verdadera, hay que admitir que el chi sao no es así para nada y todavía es así piedra angular en el Wing Chun. Por consiguiente que el combate no sea 100% verdadera no supone que no logre ser servible.
-En la lección clásico no se entrenaba combate.
Esto no es verdad ya que los practicantes de Wing Chun buscaban luchadores de otros estilos para hacer desafíos. El inconveniente está en que actualmente si no se ejerce el combate en la clase varios estudiantes tienen la posibilidad de pasar meses y años sin la posibilidad de practicarlo.
-La costumbre del chi sao y el entrenamiento de las técnicas es bastante.
Frente un contrincante que no ocupa la línea central entre otras cosas el chi sao pierde parte importante de su herramienta. Y frente un contrincante que va a defenderse y contraatacar, el entrenamiento planificado de la técnica no es bastante.
Por estos fundamentos pienso que no se sostiene el argumento de que el combate no deba conformar parte del entrenamiento del Wing Chun. Sus provecho son múltiples, ya que aunque un desafío no es precisamente igual que una circunstancia real, la verdad es que en ésta tenemos la posibilidad de recibir el ataque desde una distancia extendida, en un posición del costado, con el paso cambiado, etc. Ocasiones que se dan a lo largo de el combate. De esta forma ya que, sabiendo cuáles son sus parámetros, integrar su costumbre nos irá a ser servible.
Eso sí, debemos entender cómo entrenar el combate para que sea coherente con nuestro sistema. Aunque lo que sigue ahora no es sino una iniciativa personal, puede ser atrayente para bastantes practicantes.
Lo primero es tomar en cuenta que la proximidad al combate debe ser progresiva. En mi escuela, tras un mes de costumbre, lo primero que hay que hacer radica en responder desde una guardia estática a un ataque de cualquier clase y aleatorio. A los tres meses incorporamos las composiciones de dos asaltos. A los
4 o cinco meses mantenemos la espera estática y el estímulo de composiciones de nuestro compañero pero en este momento aguardando sin guardia. El entrena- miento de respuesta sin guardia es considerable en relación a la visión de la defensa personal. Evidentemente frente una circunstancia de riesgo siempre debemos sostener la distancia y las manos arriba, pero en oportunidades no hay anuncio antes de la acometida. Aunque en estas situaciones responder se regresa complicado, entrenar así optimización nuestras opciones de triunfo. De forma simultánea, esto es a los 4 o cinco meses, incorporamos propiamente el combate o sparring. En esta situación uno de los dos practicantes va a usar su Wing Chun en tanto que el compañero va a usar cualquier clase de técnica, sea o no sea de nuestro estilo. De hecho enfatizamos la utilización de la línea circular ya que en otros estilos acostumbra utilizarse tanto o más que la línea recta. A lo largo de el sparring es atrayente además que el compañero intente pelear desde una distancia más grande a la que deseamos en Wing Chun y que cambie la posición en relación a nosotros de forma que nos observemos obligados a trabajar la movilidad. También importa que no sea colaborativo con nosotros (estamos comentando de combate) pero que tampoco se exceda si es superior practicamente de forma que tengamos la posibilidad ir progresando paulativamente.
En mi escuela, cuando el alumno está en nivel de chum kiu, modificamos un poco el primer ejercicio y añadimos un tercer tipo. El primer ejercicio se sigue haciendo un trabajo igual, estando sin guardia, pero a una distancia algo menor (en la que nos alcancen continuando un hombro) y en lugar de publicar dos asaltos, el compañero nos va a lanzar una secuencia de asaltos continuos hasta que “resolvamos” la circunstancia.
El ejercicio que añadimos radica en el desafío de Wing Chun contra Wing Chun. Éste es el tipo de combate que acostumbra verse en todos los estilos, pero en nuestro caso no es prioritario ya que precisamente el propósito del combate en el kwoon no es el combate en sí mismo sino la compra de aptitudes para la defensa personal. Por esto, si centráramos el combate en el desafío en el que los dos trabajan su Wing Chun dejaríamos de lado muchas técnicas que iremos a hallarnos frente algún otro tipo de atacante. Por otro lado, este segundo tipo de desafío es atrayente y agrega una extensión novedosa, la del ego y el
orgullo. Ya que aquí verdaderamente los dos practicantes se están confrontando y contrastando sus capacidades, en tanto que cuando uno hace de sparring libre para el otro esto no es de esta forma. Estudiar a vigilar la furia o bien al revés, ser con la capacidad de crear agresividad, son puntos claves para el buen luchador.
Finalmente observemos ciertos avisos destacables, en relación a lo que no debemos llevar a cabo cuando combatimos con nuestro Wing Chun:
Evadir comenzar el ataque cuando no nos encontramos a una distancia práctica, eso supone que en muchas oportunidades lucharemos al contraataque. Aunque es igual de considerable no omitir la posibilidad de agredir.
Evadir ingresar en el juego de la distancia extendida, oséa, evadir ingresar y salir otra vez de forma automática fuera de la distancia de golpeo. En Wing Chun buscamos y esperamos el instante de ingresar a nuestra distancia, de la cual no tenemos ganas volver a salir. Aun- que es igual de considerable admitir el instante en el que requerimos llevarlo a cabo para recobrar una precisa posición.
Seguir estando relajados, controlar la tensión excesiva del cuerpo adecuada a presión emocional. No suponer en lo que iremos a llevar a cabo sino responder a las oportunidades que se muestran.
El combate, sea marcando el golpe, a contacto despacio, medio o pleno, tiene destacables provecho para la optimización de nuestro Wing Chun. Espero en este texto haber despejado inquietudes que algunos practicantes logren tener sobre esto y haber correcto un viable sendero para integrar una costumbre eficiente del combate.
Por Sifu Javi Ruiz
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